lunes, 14 de abril de 2008

Cuando llueve en Caracas

Imagen: Cerro Ávila lloviendo/ Shauki Expósito

Hoy particularmente comenzó a llover en Caracas, con gotas que en años no habían caído en la ciudad. Las últimas lluvias han sido siempre muy fuertes, pero violentas y cortas, con viento y normalmente de noche. Tenía yo tiempo sin ver llover en la tarde.
La lluvia me recuerda cuando tenía 7 años y mi mamá me cargaba sobre el mueble para que me asomara por la ventana a ver como llovía y corría el agua por la calle.

Lluvia para limpiar
Realmente parece un cliché, pero la lluvia siempre me ha creado nostalgia. Sé que es una relación poética, pero el agua caer pareciera traer a la mente viejos momentos, tiempos distintos, ni mejores ni peores, pero si otros tiempos.
Aparte de toda la connotación poética y sentimental, la lluvia al caer cumple un ciclo… La vemos pasar y limpiar todo a su paso. Borra, refresca y cambia la realidad de nuestra calle, campo, casa, Mundo…
El agua no sólo limpia de forma real el camino, limpia también nuestra alma, eliminando de ella el ruido del día a día…

Lluvia que silencia
Un ruido mudo que ensordece, es lo que produce la lluvia cuando se apodera del cielo. Todo el mundo se calla, no cantan los pájaros, no ladran los perros. Cada uno en lo suyo, ya sea mojándose o escapando de las gotas. El ruido de la lluvia se convierte en amo y señor del horizonte. A la vez produciendo esa sensación de posesión. ¡Nada es más fuerte y constante que un buen palo de agua!

Lluvia que disimula
Decía una amiga que le encantaba caminar bajo la lluvia cuando estaba triste, porque disimulaba las lágrimas en su rostro. La lluvia disimula las pasiones, influye sobre el carácter de la gente, dejando ver dos tipos de personas: Reflexivos y desesperados. Los primeros caminan sin preocupación, sabiendo que aunque corran encontrarán más lluvia delante, los otros parecieran que las gotas los enervase, se convierten en monstruos… ¿A qué le huyen?, ¿al silencio?, ¿a la nostalgia?, ¿al poder de la lluvia?...

Lluvia femenina
¿Por qué la lluvia es femenina?, ¿por qué no el lluvio? Viene del Latín Pluvia, que significa precipitar en cantidad, es decir que la lluvia es agua precipitada. Y precipitar, también del Latín, tiene varios significados. Es arrojar desde un lugar muy alto, pero también es exponer espiritualmente a alguien y provocar hechos de manera acelerada, y es también arrojarse desmedidamente a por algo.
Hay una relación entre lo frenético e impulsivo, emotivo y sentimental de la lluvia con su carácter femenino. La lluvia es una mujer que nos toma precipitadamente con sus manos y borra nuestras penas, remueve nuestro pasado.
En árabe Ara, significa hacedora de lluvia, también nombre femenino.

Lluvia que revela
Luego de que pasa, lo que deja a su rastro no es oculto, es todo menos turbio, cuando se va suele dejar todo limpio, puro, con colores, formas y olores originales. En sitios donde todo era oculto por sucio y basura, pasa revelando el fondo, así también revela el alma ante los demás.

Aún hoy, la lluvia sigue teniendo para mí todo este mágico significado, cuando como un niño de 7 años, me asomo a mi ventana para ver el Ávila mientras llueve.

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