miércoles, 14 de diciembre de 2022

Energía vital, sinergia y caos

Cangrejo en Jover. Foto: Shauki Expósito


En estos días he estado bastante repleto de actividades, ideas y proyectos. Pero una conversación por mensajes de voz con una amiga me inspiró para dedicar unas líneas aquí en el blog. 

Mi amiga comenzó su reflexión con la foto que tomé en una playa de Tenerife, y que acompaña este post. Describo la secuencia anterior a la foto, estaba en mi momento de descanso durante una pauta fotográfica, y tomé un pedazo del pan de mi merienda, al ver que habían cangrejos, y lo puse a la distancia de un brazo de mi ser. De pronto un gentil, pero desconfiado cangrejo se acercó, tomó el pan, y al ver que mi objetivo no era otro que descansar, se quedó a mi lado, y me permitió tomarle, no una sino una cadena de fotos disfrutando del pedazo de pan (la foto la pueden usar con gusto, sólo recuerden nombrar al fotógrafo).

La foto originó el mensaje de mi amiga, que a través de un ejercicio magistral de observación indirecta, construyó toda una reflexión sociológica que dio inicio a una sabrosa conversación, y que termina con algunas ideas y una reflexión en estas líneas.

Energía y Potencia vital

Siempre nos ha costado definir un poco aquello de ¿Qué es estar muerto?, y solemos definirlo, por contraposición, a la ausencia de vida. Pero si pensamos un poco, estar muerto es dejar de poder hacer cosas con nuestro cuerpo terrenal. Es el fin de un sistema.

Esta primera reflexión me permite definir dos conceptos importantes, por un lado el de energía de vida, o energía vital, que no es más que la energía que tiene nuestro ser, de forma individual, para actuar. Y por ende, dicha actuación, que se define como potencia vital, y no es más que la capacidad que tenemos para hacer o crear las cosas. 

La potencia vital es esa fuerza, habilidad, y capacidad que se valen de la energía para poder hacer las cosas. Y podemos aplicarle perfectamente la ley física universal, definiéndola como el trabajo realizado en una unidad de tiempo, o la cantidad de energía transferida por unidad de tiempo.

Si entendemos otra ley universal de la física, sabemos que la energía se transforma pero nunca se destruye. De allí que, aunque nuestro sistema llegue a su fin, nuestra energía permanezca, ya sea para ser utilizada en el futuro, o que esté contenida en todas aquellas cosas que a lo largo de la vida (unidad de tiempo) hemos realizado.

Sinergia y Caos

Esa potencia vital, a plenitud cuando estamos bien saludables, se suma a otras potencias, que están presentes en nuestra sociedad, en los ecosistemas, en el bioma. Y si el ritmo natural es armónico, (de esto saben bien los músicos), se produce una sumatoria de las energías que logran cosas sublimes para nuestro entorno, la sinergia es valor, porque suma en conjunto la potencia de todos los organismos (sistemas proveedores de energía) que participan en el momento y espacio dado.

De allí, que por ejemplo las poblaciones autóctonas venezolanas que aún sobreviven en la selva, le den gracias a los animales o los árboles que dan su vida como fruto, porque suman su energía al bien común de la comunidad. 

Si el ritmo es armónico, sin importar la melodía, la sinergia demuestra su elevado potencial para crear, y se nota en las plantas, en los animales, en el suelo, en el agua, en todo el espacio común. 

Oye, ¿Por qué se te da tan bien esa planta? -  Es por la energía. Mejor dicho, es por la sinergia. 

Y cuando la sinergia desaparece, se le da espacio a una cantidad descontrolada de energía que fluye a borbotones, de forma descontrolada. Causando agotamiento, cansancio, crisis, problemas, y la natural enfermedad del sistema y su inevitable muerte. 

Del caos ya hablamos anteriormente en mi otro blog, pero me permito citar parte de aquél artículo, "el belga de origen ruso, Ilya Prigonine, Premio Nobel de Química (1977) por sus trabajos sobre termodinámica de sistemas que no están en equilibrio, es considerado el padre de los estudios de las teorías del caos, en sus reflexiones "sostiene que la realidad es una mezcla, de desorden y orden, y que el universo funciona de tal modo que del caos nacen nuevas estructuras, llamadas estructuras disipativas. Cazau, (1995)".

El caos ocurre, entonces, para canalizar la energía que no se encuentra sincronizada, esa energía residual, de allí que siempre esté presente, y que pueda ganar espacio. Si se dan cuenta, cuando los residuos resultantes de un trabajo no son bien tratados, decimos que "todo se ha vuelto un caos". Porque aún en los residuos hay energía, si no que lo digan los que convierten esos residuos en nuevos productos. 

Lamentablemente, y no entiendo por qué, en el pasado reciente de nuestra humanidad éramos más conscientes de la energía vital y de la sinergia. Pero les hemos abandonado como conceptos. Y el no ser conscientes de ellos nos ha provocado ir un poco a ciegas. 

El poder del caos, como fenómeno que nos permite trasmutar, a través de esas estructuras disipativas que definía Prigonine, la focalización de nuestra potencia vital, y el respeto por el ritmo armonioso y natural del colectivo, y por ende de la sinergia, nos permite transitar en una vida más grata, más plena, y más gratificante para nuestra mente y alma.