viernes, 30 de mayo de 2008

¿Realmente no estoy tan solo?


Mucho ruido de la tele, un par de llamadas perdidas al celular, y un poco más atendidas, y después de hacer la tarea titánica de borrar los correos basura y unos cuántos reenviados que a veces suceden sólo porque la persona es supersticiosa y te mandó una estúpida cadena. Algo de música en la PC, y la terrible sensación de abrir el msn y el todopoderoso FaceBook y ver un poco de extraños. Es esta tal vez la descripción de una nueva modalidad de soledad que nos está consumiendo.
No me pasa nada, sólo ando solo
Estar solo no depende de los demás, realmente todo el mundo siempre está allí, allí fuera. Pero la soledad es una condición que sucede dentro de casa, acá, dentro de cada uno.
Es como si le cambiáramos la frecuencia a nuestro radio, para una donde se oye nada más que nuestra voz, con la consecuencia de no escuchar ni saber de los demás.
Una capacidad casi instintiva de aislar y anular a los demás por un tiempo, corto, largo o eterno.
La Soledad no es una enfermedad, ni una maldición persa o egipcia, y tampoco tiene que ver con ser tan desagradable como para no poder hablar con nadie. Realmente la soledad en todos sus casos es una decisión propia.
Una gota no hace daño
El problema no es querer estar solo, realmente lo que importa son las razones para esa soledad. En las causas es que está el punto para saber si esa soledad es enfermiza, se debe a un intento de desintoxicación social, o es producto del desprecio y marginación de los demás.
Si fuese una soledad enfermiza, es tal vez un paso al vacio, de donde es muy difícil salir, porque la soledad agrava cualquier condición mental, una fobia, un trauma, todo se agudiza cuando se decide estar solo.
Ahora si se trata de huirle a la muchedumbre, de escapar de la locura de saturación de información, para recordar el espacio vital y propio, entonces es una soledad admirable y muy sana.
De vez en cuando es aconsejable retirarse, quedarse solo con uno mismo, y tener una plática sobre el clima, que puede acabar en una buena revisión del proyecto de vida, de su relación con los demás, y de su calidad como Ser Humano.
De ser por desprecio y marginación, es sin duda la soledad de un pendejo. Sí, porque darle el gusto a un grupo de gente que no desea respetarle su espacio, es sin duda ser muy pendejo.
Recuerde que marginal es aquél que si bien lo desprecian, él no hace nada para ganarse o abrirse su espacio y reconocimiento como Ser Humano y sus derechos.
Y si aún lo duda, le dejo la frase de Ralph Waldo Emerson, “El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad”.

jueves, 22 de mayo de 2008

Una triste historia real…


Como todas las mañanas la señora María se levantó temprano para mandar a sus dos hijos, con lonchera en mano y bien arreglados para el colegio, preparó el almuerzo de su marido y lo metió en una vianda, mientras este buscaba como loco el sencillo para el ticket del metro…
Pasado el terremoto de las 6 de la mañana, cuando por fin quedó sola, desayunó media canilla con queso y jamón y un vaso de jugo de naranja mientras trataba de entender el horóscopo del día, cuando se acordó que había que sacar a pasear a Caramelo…
Hablar de Caramelo, es como narrar los últimos años de María, llegó a la casa casi por error, después de que un amigo de su hijo mayor se lo regalara, es un perrito encantador, al principio era chiquitico y pensaron en la casa que no crecería, pero el cachorro de Pitbull se convirtió en un monstruito tierno de 35 kilos.
Caramelo ha acompañado los años más duro de María, sin amigas que la frecuenten, casi como una esclava de sus hijos y esposo, con poco ánimo de hacer cualquier cosa, en puertas de la menopausia, su amigo fiel es el flojo y meloso de Caramelo.
Con las llaves en la mano, María menea la cadena en el aire, y de inmediato se escucha el tropel de un caballo con ladrido que viene a la puerta meneando la cola… Sabe que va a salir con su ama…
Todo parece encantador en un día con algo de sol en Caracas, María se dispone a cruzar hacia el Paseo de los Ilustres, cuando de golpe, de la nada, tres sujetos mal encarados y armados la rodean…
En segundos María reacciona soltando la cartera y diciendo que no tiene más dinero para dar, pero para su sorpresa uno le dice, “La cartera no vieja, dame el perro”… y Arrancándoselo de
la mano, comienzan a correr jalando al pobre Caramelo al peor de sus destinos, mientras ladra y llora.
Para María hubiera sido mejor que le clavaran un par de tiros, pero peor es para Caramelo, que terminará sus días caninos peleando con otro Pitbull en alguna arena improvisada de peleas caninas…
Una mordida
Para proteger la privacidad de las personas afectadas, los actores de este triste relato no se llaman como en la vida real, aunque el cuento es casi fiel a lo sucedido en esta ciudad, que en algún momento fue el paraíso de lo posible, y hoy es el infierno de lo imposible.
¿Pero de qué me sorprendo?, si matan niños para robarlos, si los drogan para secuestrarlos, hay sicariato en nuestras calles, y la vida vale un par de zapatos o simplemente una mirada que no le guste al asesino. ¿Qué roben a un perro que tiene que extraordinario?
Y es que últimamente el corazón y el estómago se nos está volviendo muy tolerante, y por eso estamos viendo como cotidiano, lo más infame.
A la Caracas de los Techos Rojos y los Caballeros sólo le quedan las fotos y los recuerdos de cuando acá vivían gente con corazón, y no la gente que ahora la habitamos.
Porque todos, y me incluyo, de los que convivimos entre Petare, Catia y Tazón nos estamos volviendo de dos tipos de personalidades muy marcadas… O los “vivos” que están en una onda agresiva y se imponen a todos, o los “pendejos” que nos tragamos las transgresiones…
La pregunta es ¿hasta cuándo podremos vivir así?
¿Y las autoridades qué?
Caracas tiene años sin autoridad, acá no hay ley y menos quien la dicte y de el ejemplo. Aunque el papel lo aguanta todo, y hay Ordenanzas de convivencia ciudadana en todos los municipios y en la ciudad, acá cada quién hace lo que le da la gana.
Desde las ya famosas Arenas de Perros, en las que los animalitos dejan la vida, a veces hasta avivados por las drogas, el alcohol y el maltrato, hasta la delincuencia que hace lo que le da la gana.
Y llamar a la policía es más enfermedad que remedio, si llegan después de una hora, vienen con un cuento encima, que es mejor ni llamarles. Creo que es más fácil llamar a los malandros, denominación que han ganado los ladrones en Venezuela, y negociar con ellos directamente.
Una patita vale la pena
Aún con la indignación que cargo por esta historia, pienso que ante el caos de ciudad que se nos ha armado la Caracas “y que bonita”, lo mejor que podemos hacer es joder…
Si, así lo oyó y así se dijo, jodamos mucho a la policía, a los concejales, a la alcaldía, reventemos el teléfono de los entes de seguridad de la ciudad cada vez que veamos un acto delictivo.
Seguramente no harán nada, pero en algún momento querrán seguir en paz y tranquilidad con su nada que hacer, y dirán “mejor como que hacemos alguito para que no nos jodan tanto”.
Si es usted testigo de una arena callejera de perros, un grupo de carajitos sin oficio que anden robando, denúncielos sin miedo.
Seguro usted dice, “es que si lo denuncio sabrán que fui yo”, y ese es el problema que tenemos que vencer, porque como todos nos hemos vuelto cómplices de la vagabundería y la delincuencia, si alguien denuncia es fácil de identificar.
Así que si es testigo de un acto criminal como este, no sólo llame a la policía y las autoridades, utilice su mejor arma… esa que usa para otras cosas, ¡¡CHISMEE!!...
Si, si, cuéntele a las viejas del barrio, a los que venden el pan, a los de la esquina, a todos, y que todos se lo cuenten a otros, y llamen a la Alcaldía, Policía y demás… Es más métale alguito extra como hace sobre los cachos de la vecina a su marido, con eso como que la cosa tomará mayor grado de importancia.
Ya sabe, ante la delincuencia y la violación de los derechos de los animales en Caracas, Chismee, y joda a las autoridades.


domingo, 18 de mayo de 2008

Un reconocimiento para Radio Aster Digital

Reconocimiento entregado en el Blog El Roce del Amor a Radio Aster Digital




Muchas gracias al blog El Roce del Amor http://dolcevitta61-1.blogspot.com/, que de una forma maravillosa ha descrito el trabajo realizado en este blog, que simplemente persigue y transmite las pistas para tratar de vivir en un mundo diferente, donde los Derechos Humanos y el valor de los seres vivos supere la oscuridad de la ignorancia y la insensibilidad...



Muchas gracias María, un beso enorme, tu blog es un esfuerzo mucho más profundo para encontrar las raíces de esos sentimientos tan hermosos, inspirados en el amor. Muchas gracias por este reconocimiento a nuestro trabajo.



miércoles, 7 de mayo de 2008

Conocerse…

En estos tiempos en los que dejar a una persona por otra es como seleccionar una lata de refresco de una heladera, me puse a pensar cómo poder decirle a la gente que se acerca a otra por admiración y amor, que siempre desconocemos el fin de la historia y por eso no vamos a parar…

¿Quiénes se conocen?
Es asombroso ver como para las personas es más fácil reconocer vida en los animales, las plantas y hasta en objetos inanimados o fantásticos, antes de poder reconocer la mismísima existencia de otra persona.
Nos cuesta mucho ver la humanidad de otro que es igual a nosotros. Y precisamente allí se comete el primer error, cuando conocemos a alguien y no entendemos que alguien es, pues eso, ¡alguien! No es una cosa que se pueda poseer con la frases famosas de “mi novi@”, “mi pareja”, “mi amorcito”, “mi…”, o que se llame: “peluchito”, “caramelito”, “negrita”, “flaquita” y todos los diminutivos que usted pueda imaginar.
Porque es que un diminutivo cumple muy bien su función, no es ser cariñoso o amoroso, es disminuir la humanidad y la existencia del otro hasta un punto que más o menos podemos manejar sin que la existencia del opuesto nos genere caos.
El problema de los diminutivos, los adjetivos posesivos como el “mi” y la cosificación de la pareja hasta el extremo de darle nombres de objetos reales o fantásticos, es que sencillamente nos impide conocer a ese otro ser con el que supuestamente estamos compartiendo.
Cuando podemos superar estas barreras mentales, nos encontramos de frente con otro, que a su vez tiene un nombre, una vida, una forma de pensar, de actuar, de crear, que debería por lo menos agradarnos para poder tenerlo cerca.

Yo sé que cambiará
La mente humana es infernal cuando se lo propone, y se expresa en la famosa frase “yo sé que ella o él es así, pero estoy seguro, muy seguro que va a cambiar, yo lo haré cambiar”. Lo máximo a lo que llega esta frase, resultado de ver al otro como un perol que se puede mover y deformar, es a la ruptura abrupta de la relación y hasta del trato.
SI tengo X cantidad de años viviendo así, y me gusta, ¿para qué coño me vas a cambiar?, para eso busca otra persona que sea como tú deseas…
Hablamos de cambiar, y no de evolucionar, la gente crece, corrige defectos, y tiene que aprender a ser tolerante si va a compartir con otra, pero en ningún momento debe sacrificar su esencia a expensas de ser como la otra persona desea que fuere.

Divergir o Imponer
Se puede divergir en un tema y discutir al respecto, y no es necesario bajar el nivel de la discusión a un plano sentimental y emotivo porque allí se empastela todo. Ahora cuando se trata de divergencias durante la toma de una decisión, la discusión es diferente, porque requiere de una conclusión, y es allí cuando las dos personas deben saber que es imposible que alguien se imponga, debe haber diálogo y acuerdo, porque de lo contrario tarde o temprano la imposición pesa en la relación.
No es lo mismo discutir sobre el color de zapatos que usas frecuentemente, a tener que decidir un viaje por razones laborales, o una relación a distancia.

Nada es eterno en la vida…
Cuando pensamos que cumplir los pasos antes señalados nos garantizaba continuidad, nos damos cuenta de que, como dice la canción, nada es eterno en la vida.
Y es que es obvio, estamos con otra persona, que al igual que nosotros, crece y va cambiando sus gustos, inclinaciones, metas y estilo.
Claro, existe un mínimo de tolerancia en el que estos cambios, cuando ya se es una pareja estable o se es casado, se deberían procesar siempre incluyendo al otro. Pero esto sólo va a depender de la madurez de la persona que está cambiando.
Que dos personas se separen es algo tan común como que se unan, no es una tragedia universal de la traición y el dolor, aunque para quién ha sufrido una ruptura esta frase sea muy lejana.

Un reto
Estar en pareja es crecer, cuando dos se conocen es para sumar, y aún cuando se separan, en el tema de la ruptura, también hay crecimiento.
Quienes se separan tienen un reto inmenso, y es el de ver con madurez la separación. Entender que ya no se coincide es una tarea titánica, que no se lleva el mismo camino ni los mismos objetivos, y que por esto no se es más miserable, traidor, sucio y ruin.
Comprender con claridad que dos personas con vidas propias se pueden encontrar y al mismo tiempo se pueden separar, es un proceso que nos garantiza crecimiento espiritual y mucho aprendizaje.
Y aunque universalmente, el hombre ha hecho de estos dos momentos, el amor y el desamor, fuente de inspiración para los más increíbles poemas, canciones, pensamientos, pinturas, etc. En el fondo no deja de ser un proceso de la naturaleza divina el poder acercarse y alejarse de los otros.

jueves, 1 de mayo de 2008

Juro que jamás te he visto

Imagen tomada de: http://virtuxweb.com

Hasta ahora, en mi cabeza, para poder borrar un amor no correspondido, un mal momento, una pasión sin trascendencia, una desaparición, desilusión o una ruptura siempre había recurrido a los métodos milenarios enseñados por mis abuelos a mis padres y resumidos en frases como: “Un clavo saca otro clavo”, “no hay nada que no borre un buen gol”, “vamos por unas cervezas”, “¿Por qué no sales a pasear y a conocer gente nueva?”, “Pudo haber sido peor”, “llama a tus amigotes”, “A la mierda todo eso, ven que juega el Madrid contra el Barça”.
Pero resulta que ahora, cada vez que mis hijos, o nietos se sientan deprimidos o frustrados por un mal recuerdo podrán ir al médico y decirle “doctor bórreme la memoria sobre la falda anaranjada esa que me tiene un poco encabronado desde hace un mes”.
Jugando con la memoria
Y si cree que estoy alucinando o envidiando a mis generaciones futuras, basta con leer la nota publicada por la agencia de noticias EFE y el Diario La Nación, con fecha del 30 de abril donde aseguran que científicos argentinos de la Universidad de Buenos Aires lograron manipular la proteína que interviene en la memoria para eliminar los recuerdos cuando se los evoca.
Se trata de un estudio realizado apenas sobre ratones, el cual arrojó la existencia de una proteína llamada NF-kB que actúa activamente en el proceso de consolidación y afirmación de la memoria tanto a corto como a largo plazo.
Resulta que si se inyectan sustancias que anulen a esta proteína se puede alterar la capacidad para recordar cualquier cosa.
Tiene un lado positivo
Esta sin duda será una herramienta a futuro para todos los psiquiatras que se enfrentan a trastornos mentales que tienen su origen en fobias y estrés postraumático originados de constantes evocaciones a momentos desagradables vividos por los pacientes.
Para resumirlo es como si la mente de un enfermo mental fuera una PC y los científicos hayan descubierto el botón de reiniciar sin formatear todo el Disco Duro.
El lado no tan bueno
Y ya empiezo yo, el primer paranoico y posible primer cliente de esta milagrosa terapia a dudar… Y si fabrican un mega revolucionario producto en tabletitas que de sólo tomarlo pueda ir borrando momentos de la memoria, y por casualidad cae en manos súper perversas, ¿qué podría pasar?
Bueno, pero tranquilos, descubrimos la fusión de los átomos y nada pasó, Ouch!, se me olvidaba, verdad que vivimos bajo la constante amenaza de la Bomba Atómica, y eso que aún no tomo las pastillitas…
¿Qué queremos olvidar?
Y a mí me sigue pareciendo particularmente curioso, y me sigo preguntando, si pudiera ¿qué quisiera olvidar?, bueno de mi vida no encuentro nada en particular, además encuentro difícil que una pastilla vaya a ser tan selectiva como para ayudarme a borrar un momento específico de mi vida, creo más en que se pueden superar las cosas. Porque a ver, y si yo quiero olvidar de un amor que terminó sólo la parte negativa, sólo el despecho, y viene la pastillita y hasta me borra el nombre de la muchacha y lo bella que era, ¿que podré decir?, ¡me jodió la ciencia!
Ahora, entre ustedes y yo, veo esto muy útil para ayudar a mi mente a descansar de ciertas cosas, porque son muchas comenzaré una lista, son libres ustedes de postear sus comentarios debajo de estas letras y agregar todas las cosas que quisieran borrar de su memoria colectiva…

- Los últimos años del Gobierno de Chávez
- El apellido Bush
- Todas las apariciones públicas de Daniel Sarcos
- A frijolito montado en el caballo blanco
- El payaso Popy
- Casi todos los programas matutinos de Venevisión
- Laura en América
- El 11/4 de 2002, 27/2 de 1989, 4/2 y 27/11 de 1992 en Venezuela
- Cada aparición pública de María Conchita Alonso y Lila Morillo
- Las fronteras mentales, verbales, físicas, raciales y religiosas

Continúenla ustedes como ejercicio, aunque creo que olvidar nunca es bueno, justamente por eso es que nos joden y nos joden, por nuestra mala memoria de los hechos y los personajes, es verdad que un pueblo sin memoria no tiene historia y está condenado a volver a caer en los mismos errores…