¿Por qué este blog?

Primer (y pésimo) banner 1.0 del blog de hace 13 años

 Aster Digital, al principio Radio Aster Digital nació hace 16 años. Era 2008, y estaba trabajando para aquél tiempo en una radio. Quería hablar de otras cosas, y con una óptica diferente del Mundo. Y el espacio de aquél medio no me lo permitía.

Así que, rodeados por el mundo de las ideas, Daniel Santos y mi persona empezamos nuestros proyectos de blog, en un principio ideados para ser "radios online gratuitas con transmisión las 24 horas del día utilizando software de libre distribución", así nació Radio Ayre Venezuela que lleva su nombre por honor a la primera emisora de radio que apareció en Venezuela. Y que como ella, se ha convertido en un proyecto que se mantiene gracias al esfuerzo valiente, constante y contundente de un excelente comunicador venezolano.

Mientras Radio Ayre Venezuela se ha mantenido fiel. Radio Aster Digital se transformó, abandonó su idea original de radio y se transformó en un blog, porque su autor siempre ha estado tentado por la palabra escrita, aunque también por el sonido. Así en 2008 se publicaba en este blog la primera entrada: Los estadios deportivos, modernos Circos Romanos

Todo un reto aquella primera entrada, para alguien que además adora con pasión el fútbol y quería ser crítico en aquello que se había convertido. Fue el pistoletazo de arranque de todos estos años de "cuando puedo escribo algo que se me atora en la garganta, y que no me deja dormir si no lo digo".

Hemos hecho entradas, reflexiones, crónicas, y hasta intentos de narraciones audibles al estilo de un podcast íntimo y de bitácora. 

Recientemente renació en mi el amor por la crónica micro, esa fiel amiga que conocí en la universidad, y que ahora adorna las últimas entradas del blog.

Alguna vez será un libro, ¡alguna vez! En un primer momento busqué quién me lo publicara, y desistí. Pensé en la auto publicación y me supo como el café con sacarina, y lo abandoné. Ahora espero, sentado, a que el tiempo me de por vencido, o alguien llegue a interesarse por publicarlo. Siempre lo he imaginado como un mini libro, de esos para irlo leyendo mientras pasa el tiempo del recorrido de un tren, tranvía, metro, etc...

Mientras, aquí estamos, y aquí seguimos. Como dijo alguna vez Orlando Castro.