Hoy escribo con una lámpara, dos latas de garbanzos y una soga, desde lo profundo del rincón de mi sótano… la lámpara para tratar de dar luz en las tinieblas, las latas para comer algo y no pudiendo ser atún por mi alergia reciente, recurro al grano salvador, y la soga, porque si me encuentra no les daré el gusto de tener el cuello entero…
¿De qué se huye?
Aunque afortunadamente, mi descripción es sólo una exageración voluntaria para recrear este artículo, es complicado tratar de definir de otra forma mi sensación a la hora de escribir estas oraciones hoy.
Soy fiel creyente de que existen miles de razones para amar la vida… Hoy conversando con el poeta venezolano “Abuelo Miguel”, me recordé de cada una de ellas… El canto de un pájaro, el sonido del agua contra el suelo cuando llueve, el paso por delante de mis ojos de una falda bonita…
Ciertamente existen muchas razones para amar y adorar la vida, y tan pocas para desear la muerte… Pero pasa al contrario cuando hablamos de condiciones, existen miles de condiciones para perder la vida en un cerrar y abrir de ojos, y muy pocas para poder conservarla…
“Si no te agarra el chingo, lo hace el sin nariz”
Esta frase muy propia de los llanos venezolanos, se refiere a la posibilidad de que si no te pasa una cosa fea, te pueda pasar otra aún mucho más fea. Un chingo es una persona con labios leporinos o deformación buco-olfativa, y un sin nariz definitivamente es peor que un chingo.
Se usa esta frase cuando uno se siente contra la espada y la pared, acorralado, y en estos días no he podido sentir algo diferente a esta sensación.
Las amenazas
Empecemos a narrarlas de lo más global a lo más local, para que usted querido lector termine esta nota con un ataque inusual de paranoia y neurosis que derive en un jugoso ingreso para su psiquiatra.
Por un lado están un grupo de seres inmaculados, divinos dioses supremos de los aparatos y la inventiva, o tal vez un grupito de niños ñoños, sin amigos y rechazados, que en su afán de hacer ciencia y demostrar que Dios no existe, juegan con una maquinita gigantesca que podría, o no, formar agujeros negros de materia inexistente y tragarnos a todos con nuestros inmensos sueños y proyectos hasta la mismísima mierda.
El nuevo acelerador de partículas LHC, instalado junto a Ginebra, especie de maquinita que ahora con la justificación que en ella se puede encontrar la cura para el cáncer y otros males, frase que me recuerda a la famosas cremas que vendían en los 40 para curar desde el pie de atleta hasta la bronquitis, nos trae a muchos con los nervios aflorados.
A veces pienso que este juguete no es sólo un deseo de ir contra el mismo Dios, es más bien una venganza de un grupo de seres rechazados y ociosos que están dispuestos a tomar venganza contra nosotros por no integrarles, y se burlan poniendo nuestras vidas en juego, y de paso nuestros sistemas nerviosos.
La última noticia de la estupidez que gira partículas, es que se averió, así como lee, lo que decían que era muy seguro, ahora se estropeó, tiene un imán dañado y es muy probable que pase tiempo así. Secretamente, pido que sea imposible de reparar y al grupito le den juguetitos de madera para entretenerse.
Chernobyl era seguro… Vietnam no traería consecuencias… Las naves espaciales son el mejor medio de transporte… Un avión es imposible que se caiga frecuentemente… El Internet es totalmente beneficioso… Construir en las costas es la mejor forma para vivir… Pareciera que todo lo que hace el hombre no alcanza la perfección de lo hecho por Dios… ¿o me equivoco?
Hasta ahora no he visto que llueva para arriba, o que las hojas de los árboles salgan en las raíces… Creo que la partícula de Humildad es lo que deberíamos ayudar a encontrar a este grupo de científicos, y ni en el LHC la encontraríamos…
Por otro lado, si no nos lleva por los cuernos el LHC, nos arranca el alma la política internacional, los intereses económicos, la hambruna, y en algunos casos, la inseguridad…
Dolor
Hoy me tengo que enterar que a una de mis mejores amigas le matan a un primo en un secuestro. Los secuestradores piden una suma de dinero elevada, la familia la paga, y el premio es ir a recoger a su familiar atado de manos, abaleado y tirado en una de las vías expresas más tenebrosas y hostiles de Caracas.
La respuesta de las autoridades venezolanas, “hemos disminuido los crímenes en el país, este fin de semana murió poca gente, sólo 35 personas, eso no es nada”… Ahora la vida de la gente no es nada… 35 almas no equivalen a nada…
Dicen que el alma pesa 21 gramos, porque es la cantidad de peso que se pierde cuando nos morimos. Ya que al Ministro de Interior y Justicia venezolano le gusta hablar de cifras, y convertir en datos la vida, multiplicaré 21 gramos por 35 almas, es igual a 735 gramos, casi un kilo, y entendiendo lo que cuesta un kilo de bistec o pollo en Venezuela para algunos hogares, pues parece que para algunos esto sería algo serio, señor Ministro…
Pero no se preocupe mucho, total, no es nada, porque entre esos 35 miserables, no estaba su primo, ni su hermano, ni nadie de esa gente a la que usted ama y mantiene escoltada y protegida por vidrios blindados…
A lo mejor exagero, porque si se ha visto un despliegue de policía y ejército en la calle, y están tratando de disminuir el desastre… tanto ha llegado la cosa, que ya hasta la Guardia Nacional ha tenido que tomar las vías, porque es que el despelote es de susto y brinca.
Y es verdad que un solo hombre no puede resolver lo que hemos causado millones, pero vamos, ¡hay que cuidar las palabras señor Ministro!...
Y si la cosa es de cifras, ¿qué pasa con los que matan y no se registran?, los desaparecidos, y a los que violan, roban, mutilan… creo que la realidad es que la violencia se ha institucionalizado y profesionalizado en nuestro país.
Violencia étnica
Si tuviéramos que hacer una búsqueda entre las noticias semanales de Venezuela, para encontrar casi todas las muertes violentas de nuestro país, bastaría con colocar en el buscador “Trabajador humilde, hombre, con acento extranjero, que vivía en un sector popular, vivía de su pequeño negocio”.
Se están dedicando a matar a la gente que trabaja, a los que en barrios y zonas humildes, tienen a duras penas un localcito, un taxi, un puestito de verduras, a esos ricos y millonarios son los que les están clavando los tiros.
La violencia, el resentimiento y la envidia se dan la mano para acorralarnos aún más en este momento de desesperación.
Matar por dinero
Súmele usted, que puede ir al abasto de los delincuentes, y pagar por un sicario, una persona que se encarga de borrar del camino a aquél vecino que bota la basura en su puerta… El precio, 300 Bs. F., F de Fuertes, qué equivalen entre unos 80 y 100 dólares, eso vale la vida en Venezuela.
Se acercan las elecciones
Y si aún así, esto no le parece aterrador, y aún sus ojos no tiritan de nervios, sume usted que en pocos días en Venezuela pasará algo extraordinario… ¡vamos a elecciones!, bahhh, que de verdad, antes nos quejábamos tanto de que no sabíamos usar las maquinitas electorales, que ahora nos hacen 2 elecciones cada año para que ejercitemos y no olvidemos como usarlas.
Si en Venezuela se hicieran obras como se hacen elecciones, tendríamos el mejor país del Mundo…
Y cada elección es un nuevo reto, claro, para ver quién es capaz de hablar más guevonadas, término muy venezolano que se refiere a la capacidad de hablar por horas sin poder sacar del discurso absolutamente nada de valor.
Con las elecciones vuelve el clima político sabrosito a las calles, sazonado por los insultos y agresiones, que seguramente derivarán en un bonito choque de partículas, perdón eso era con el LHC, pero bueno aplica, choque de facciones viscerales urgidas de poder.
Enfermedades y tragedias
En este resumen Apocalíptico, digno para que algún extremista escriba que se acerca el fin del Mundo… me queda mencionar la reaparición de algunas enfermedades que se creían eliminadas en Suramérica, y además el incremento de muertes por picadas de insectos, reptiles y arácnidos… Y si no te lleva una araña, te vuela un huracán, más de 23 tormentas tropicales en lo que apenas va de temporada… suficientes muertes y daños, y el anuncio de un grupo nuevo de fenómenos para terminar el año.
Antes de colgar la soga
Lo que más me amotina, otro término muy venezolano que se refiere a formar un motín, es decir, hacer una pataleta con sentido, es que mientras un grupo de niños con batas juegan con miles de millones de trillones de papelitos de colores con valor, o como le dicen, dinero, la mayoría de la humanidad sucumbe ante la falta de alimentos, las tragedias y la mendicidad.
A su vez, los que tienen el poder, prefieren sacar cuentas de que bien va su gestión para ganar adeptos y mantener posiciones al precio que sea, mientras la gente se mata, la ciudadanía se pierde, los Derechos Humanos se desdibujan, y la violencia, desolación e impotencia se apoderan de las calles, pasillos, cuartos, camas y mentes.
Hay mil maneras de violar un Derecho Humano, no es necesariamente una autoridad gubernamental que ejerce su poder contra una minoría. Sutilmente algunos hombres movidos por sus intereses están jugando con nuestros derechos elementales, mientras nosotros nos conformamos, ó nos encerramos en nuestros sótanos.
¡No usaré la soga!
Pensándolo bien, después de escribir tanto, creo que no usaré la soga, sería como darles ventaja a todos estos seres que se empeñan en apagar las luces del desarrollo espiritual y humano. Creo que ante tanta muerte hay que dar vida, y en las sombras hay que alumbrar.
Este momento es mucho más oscuro para nuestra Humanidad que la misma edad Media, que tanto se empeñan en llamar la era del oscurantismo… Hay que trabajar duro… de todas formas, para malestar estomacal de los muchachos que juegan a ser dioses y chocar partículas para acabar con el Planeta, Nuestro Padre celestial los está viendo de cerca y lo más seguro es que les juegue una buena pasada, apareciendo cualquier cosita que consideren un “Ultra Sensacional Logro de la Ciencia” y no los lleve a ningún lado que realmente el mismo Dios no quiera llevarles, y no descubran más que algo que ya existe desde hace millones de siglos, y que a la final es parte de este maravilloso Mundo, donde la vida, siempre al final de la tormenta, le termina ganando el pulso a la muerte.
Que lo digan las miradas de esos dos hermosos niños, que perdieron a su padre, primo de mi amiga, tienen en sus manos la misión de sacar a Venezuela de la miseria que vive… Porque siempre hay una esperanza de ver luz en la oscuridad…
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¿De qué se huye?
Aunque afortunadamente, mi descripción es sólo una exageración voluntaria para recrear este artículo, es complicado tratar de definir de otra forma mi sensación a la hora de escribir estas oraciones hoy.
Soy fiel creyente de que existen miles de razones para amar la vida… Hoy conversando con el poeta venezolano “Abuelo Miguel”, me recordé de cada una de ellas… El canto de un pájaro, el sonido del agua contra el suelo cuando llueve, el paso por delante de mis ojos de una falda bonita…
Ciertamente existen muchas razones para amar y adorar la vida, y tan pocas para desear la muerte… Pero pasa al contrario cuando hablamos de condiciones, existen miles de condiciones para perder la vida en un cerrar y abrir de ojos, y muy pocas para poder conservarla…
“Si no te agarra el chingo, lo hace el sin nariz”
Esta frase muy propia de los llanos venezolanos, se refiere a la posibilidad de que si no te pasa una cosa fea, te pueda pasar otra aún mucho más fea. Un chingo es una persona con labios leporinos o deformación buco-olfativa, y un sin nariz definitivamente es peor que un chingo.
Se usa esta frase cuando uno se siente contra la espada y la pared, acorralado, y en estos días no he podido sentir algo diferente a esta sensación.
Las amenazas
Empecemos a narrarlas de lo más global a lo más local, para que usted querido lector termine esta nota con un ataque inusual de paranoia y neurosis que derive en un jugoso ingreso para su psiquiatra.
Por un lado están un grupo de seres inmaculados, divinos dioses supremos de los aparatos y la inventiva, o tal vez un grupito de niños ñoños, sin amigos y rechazados, que en su afán de hacer ciencia y demostrar que Dios no existe, juegan con una maquinita gigantesca que podría, o no, formar agujeros negros de materia inexistente y tragarnos a todos con nuestros inmensos sueños y proyectos hasta la mismísima mierda.
El nuevo acelerador de partículas LHC, instalado junto a Ginebra, especie de maquinita que ahora con la justificación que en ella se puede encontrar la cura para el cáncer y otros males, frase que me recuerda a la famosas cremas que vendían en los 40 para curar desde el pie de atleta hasta la bronquitis, nos trae a muchos con los nervios aflorados.
A veces pienso que este juguete no es sólo un deseo de ir contra el mismo Dios, es más bien una venganza de un grupo de seres rechazados y ociosos que están dispuestos a tomar venganza contra nosotros por no integrarles, y se burlan poniendo nuestras vidas en juego, y de paso nuestros sistemas nerviosos.
La última noticia de la estupidez que gira partículas, es que se averió, así como lee, lo que decían que era muy seguro, ahora se estropeó, tiene un imán dañado y es muy probable que pase tiempo así. Secretamente, pido que sea imposible de reparar y al grupito le den juguetitos de madera para entretenerse.
Chernobyl era seguro… Vietnam no traería consecuencias… Las naves espaciales son el mejor medio de transporte… Un avión es imposible que se caiga frecuentemente… El Internet es totalmente beneficioso… Construir en las costas es la mejor forma para vivir… Pareciera que todo lo que hace el hombre no alcanza la perfección de lo hecho por Dios… ¿o me equivoco?
Hasta ahora no he visto que llueva para arriba, o que las hojas de los árboles salgan en las raíces… Creo que la partícula de Humildad es lo que deberíamos ayudar a encontrar a este grupo de científicos, y ni en el LHC la encontraríamos…
Por otro lado, si no nos lleva por los cuernos el LHC, nos arranca el alma la política internacional, los intereses económicos, la hambruna, y en algunos casos, la inseguridad…
Dolor
Hoy me tengo que enterar que a una de mis mejores amigas le matan a un primo en un secuestro. Los secuestradores piden una suma de dinero elevada, la familia la paga, y el premio es ir a recoger a su familiar atado de manos, abaleado y tirado en una de las vías expresas más tenebrosas y hostiles de Caracas.
La respuesta de las autoridades venezolanas, “hemos disminuido los crímenes en el país, este fin de semana murió poca gente, sólo 35 personas, eso no es nada”… Ahora la vida de la gente no es nada… 35 almas no equivalen a nada…
Dicen que el alma pesa 21 gramos, porque es la cantidad de peso que se pierde cuando nos morimos. Ya que al Ministro de Interior y Justicia venezolano le gusta hablar de cifras, y convertir en datos la vida, multiplicaré 21 gramos por 35 almas, es igual a 735 gramos, casi un kilo, y entendiendo lo que cuesta un kilo de bistec o pollo en Venezuela para algunos hogares, pues parece que para algunos esto sería algo serio, señor Ministro…
Pero no se preocupe mucho, total, no es nada, porque entre esos 35 miserables, no estaba su primo, ni su hermano, ni nadie de esa gente a la que usted ama y mantiene escoltada y protegida por vidrios blindados…
A lo mejor exagero, porque si se ha visto un despliegue de policía y ejército en la calle, y están tratando de disminuir el desastre… tanto ha llegado la cosa, que ya hasta la Guardia Nacional ha tenido que tomar las vías, porque es que el despelote es de susto y brinca.
Y es verdad que un solo hombre no puede resolver lo que hemos causado millones, pero vamos, ¡hay que cuidar las palabras señor Ministro!...
Y si la cosa es de cifras, ¿qué pasa con los que matan y no se registran?, los desaparecidos, y a los que violan, roban, mutilan… creo que la realidad es que la violencia se ha institucionalizado y profesionalizado en nuestro país.
Violencia étnica
Si tuviéramos que hacer una búsqueda entre las noticias semanales de Venezuela, para encontrar casi todas las muertes violentas de nuestro país, bastaría con colocar en el buscador “Trabajador humilde, hombre, con acento extranjero, que vivía en un sector popular, vivía de su pequeño negocio”.
Se están dedicando a matar a la gente que trabaja, a los que en barrios y zonas humildes, tienen a duras penas un localcito, un taxi, un puestito de verduras, a esos ricos y millonarios son los que les están clavando los tiros.
La violencia, el resentimiento y la envidia se dan la mano para acorralarnos aún más en este momento de desesperación.
Matar por dinero
Súmele usted, que puede ir al abasto de los delincuentes, y pagar por un sicario, una persona que se encarga de borrar del camino a aquél vecino que bota la basura en su puerta… El precio, 300 Bs. F., F de Fuertes, qué equivalen entre unos 80 y 100 dólares, eso vale la vida en Venezuela.
Se acercan las elecciones
Y si aún así, esto no le parece aterrador, y aún sus ojos no tiritan de nervios, sume usted que en pocos días en Venezuela pasará algo extraordinario… ¡vamos a elecciones!, bahhh, que de verdad, antes nos quejábamos tanto de que no sabíamos usar las maquinitas electorales, que ahora nos hacen 2 elecciones cada año para que ejercitemos y no olvidemos como usarlas.
Si en Venezuela se hicieran obras como se hacen elecciones, tendríamos el mejor país del Mundo…
Y cada elección es un nuevo reto, claro, para ver quién es capaz de hablar más guevonadas, término muy venezolano que se refiere a la capacidad de hablar por horas sin poder sacar del discurso absolutamente nada de valor.
Con las elecciones vuelve el clima político sabrosito a las calles, sazonado por los insultos y agresiones, que seguramente derivarán en un bonito choque de partículas, perdón eso era con el LHC, pero bueno aplica, choque de facciones viscerales urgidas de poder.
Enfermedades y tragedias
En este resumen Apocalíptico, digno para que algún extremista escriba que se acerca el fin del Mundo… me queda mencionar la reaparición de algunas enfermedades que se creían eliminadas en Suramérica, y además el incremento de muertes por picadas de insectos, reptiles y arácnidos… Y si no te lleva una araña, te vuela un huracán, más de 23 tormentas tropicales en lo que apenas va de temporada… suficientes muertes y daños, y el anuncio de un grupo nuevo de fenómenos para terminar el año.
Antes de colgar la soga
Lo que más me amotina, otro término muy venezolano que se refiere a formar un motín, es decir, hacer una pataleta con sentido, es que mientras un grupo de niños con batas juegan con miles de millones de trillones de papelitos de colores con valor, o como le dicen, dinero, la mayoría de la humanidad sucumbe ante la falta de alimentos, las tragedias y la mendicidad.
A su vez, los que tienen el poder, prefieren sacar cuentas de que bien va su gestión para ganar adeptos y mantener posiciones al precio que sea, mientras la gente se mata, la ciudadanía se pierde, los Derechos Humanos se desdibujan, y la violencia, desolación e impotencia se apoderan de las calles, pasillos, cuartos, camas y mentes.
Hay mil maneras de violar un Derecho Humano, no es necesariamente una autoridad gubernamental que ejerce su poder contra una minoría. Sutilmente algunos hombres movidos por sus intereses están jugando con nuestros derechos elementales, mientras nosotros nos conformamos, ó nos encerramos en nuestros sótanos.
¡No usaré la soga!
Pensándolo bien, después de escribir tanto, creo que no usaré la soga, sería como darles ventaja a todos estos seres que se empeñan en apagar las luces del desarrollo espiritual y humano. Creo que ante tanta muerte hay que dar vida, y en las sombras hay que alumbrar.
Este momento es mucho más oscuro para nuestra Humanidad que la misma edad Media, que tanto se empeñan en llamar la era del oscurantismo… Hay que trabajar duro… de todas formas, para malestar estomacal de los muchachos que juegan a ser dioses y chocar partículas para acabar con el Planeta, Nuestro Padre celestial los está viendo de cerca y lo más seguro es que les juegue una buena pasada, apareciendo cualquier cosita que consideren un “Ultra Sensacional Logro de la Ciencia” y no los lleve a ningún lado que realmente el mismo Dios no quiera llevarles, y no descubran más que algo que ya existe desde hace millones de siglos, y que a la final es parte de este maravilloso Mundo, donde la vida, siempre al final de la tormenta, le termina ganando el pulso a la muerte.
Que lo digan las miradas de esos dos hermosos niños, que perdieron a su padre, primo de mi amiga, tienen en sus manos la misión de sacar a Venezuela de la miseria que vive… Porque siempre hay una esperanza de ver luz en la oscuridad…
Vida homicidios muerte Venezuela crímenes violencia huracanes LHC partículas Dios Unvierso
esperanza dolor desesperación impotencia Derechos Humanos
3 comentarios:
Dios! Hermano escribes excelente.. de vdd me diverti mucho con tu post. Sigue así, blogueros de alto nivel faltan en estos instantes... revisa los directorios y veras que cantidad de blogs tienen esta calidad.. casi ninguno. un saludo, felicitaciones y gracias por darme la oportunidad de opinar.
Tabuladoralcielo.com
Juancho
Gracias, Shauki.
No tengo palabras... quizás ése es el mejor elogio que te tengo.
Muchas gracias hermanos... me encanta escribir, sabiendo que gente como ustedes son las que me leen... Muy agradecido por sus opiniones, siempre dándole sentido a este blog...
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