
Mucho ruido de la tele, un par de llamadas perdidas al celular, y un poco más atendidas, y después de hacer la tarea titánica de borrar los correos basura y unos cuántos reenviados que a veces suceden sólo porque la persona es supersticiosa y te mandó una estúpida cadena. Algo de música en la PC, y la terrible sensación de abrir el msn y el todopoderoso FaceBook y ver un poco de extraños. Es esta tal vez la descripción de una nueva modalidad de soledad que nos está consumiendo.
No me pasa nada, sólo ando solo
Estar solo no depende de los demás, realmente todo el mundo siempre está allí, allí fuera. Pero la soledad es una condición que sucede dentro de casa, acá, dentro de cada uno.
Es como si le cambiáramos la frecuencia a nuestro radio, para una donde se oye nada más que nuestra voz, con la consecuencia de no escuchar ni saber de los demás.
Una capacidad casi instintiva de aislar y anular a los demás por un tiempo, corto, largo o eterno.
La Soledad no es una enfermedad, ni una maldición persa o egipcia, y tampoco tiene que ver con ser tan desagradable como para no poder hablar con nadie. Realmente la soledad en todos sus casos es una decisión propia.
Una gota no hace daño
El problema no es querer estar solo, realmente lo que importa son las razones para esa soledad. En las causas es que está el punto para saber si esa soledad es enfermiza, se debe a un intento de desintoxicación social, o es producto del desprecio y marginación de los demás.
Si fuese una soledad enfermiza, es tal vez un paso al vacio, de donde es muy difícil salir, porque la soledad agrava cualquier condición mental, una fobia, un trauma, todo se agudiza cuando se decide estar solo.
Ahora si se trata de huirle a la muchedumbre, de escapar de la locura de saturación de información, para recordar el espacio vital y propio, entonces es una soledad admirable y muy sana.
De vez en cuando es aconsejable retirarse, quedarse solo con uno mismo, y tener una plática sobre el clima, que puede acabar en una buena revisión del proyecto de vida, de su relación con los demás, y de su calidad como Ser Humano.
De ser por desprecio y marginación, es sin duda la soledad de un pendejo. Sí, porque darle el gusto a un grupo de gente que no desea respetarle su espacio, es sin duda ser muy pendejo.
Recuerde que marginal es aquél que si bien lo desprecian, él no hace nada para ganarse o abrirse su espacio y reconocimiento como Ser Humano y sus derechos.
Y si aún lo duda, le dejo la frase de Ralph Waldo Emerson, “El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad”.
Messenger FaceBook Soledad Muchedumbre Gente Sociedad amistad relaciones
No me pasa nada, sólo ando solo
Estar solo no depende de los demás, realmente todo el mundo siempre está allí, allí fuera. Pero la soledad es una condición que sucede dentro de casa, acá, dentro de cada uno.
Es como si le cambiáramos la frecuencia a nuestro radio, para una donde se oye nada más que nuestra voz, con la consecuencia de no escuchar ni saber de los demás.
Una capacidad casi instintiva de aislar y anular a los demás por un tiempo, corto, largo o eterno.
La Soledad no es una enfermedad, ni una maldición persa o egipcia, y tampoco tiene que ver con ser tan desagradable como para no poder hablar con nadie. Realmente la soledad en todos sus casos es una decisión propia.
Una gota no hace daño
El problema no es querer estar solo, realmente lo que importa son las razones para esa soledad. En las causas es que está el punto para saber si esa soledad es enfermiza, se debe a un intento de desintoxicación social, o es producto del desprecio y marginación de los demás.
Si fuese una soledad enfermiza, es tal vez un paso al vacio, de donde es muy difícil salir, porque la soledad agrava cualquier condición mental, una fobia, un trauma, todo se agudiza cuando se decide estar solo.
Ahora si se trata de huirle a la muchedumbre, de escapar de la locura de saturación de información, para recordar el espacio vital y propio, entonces es una soledad admirable y muy sana.
De vez en cuando es aconsejable retirarse, quedarse solo con uno mismo, y tener una plática sobre el clima, que puede acabar en una buena revisión del proyecto de vida, de su relación con los demás, y de su calidad como Ser Humano.
De ser por desprecio y marginación, es sin duda la soledad de un pendejo. Sí, porque darle el gusto a un grupo de gente que no desea respetarle su espacio, es sin duda ser muy pendejo.
Recuerde que marginal es aquél que si bien lo desprecian, él no hace nada para ganarse o abrirse su espacio y reconocimiento como Ser Humano y sus derechos.
Y si aún lo duda, le dejo la frase de Ralph Waldo Emerson, “El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad”.
Messenger FaceBook Soledad Muchedumbre Gente Sociedad amistad relaciones