sábado, 21 de noviembre de 2009

Para el corazón

No por nada los ejércitos en la antigüedad tenían bandas marciales, existe una marcha fúnebre, una marcha nupcial, una canción de cuna para arrullarnos y unos himnos para cantarle gloria a Dios en diferentes creencias. La música siempre ha estado presente en cada una de nuestras acciones, como el acompañante ideal para impulsarnos o atajarnos cuando caemos de golpe.

¿Buena o mala?
Sobre si existe buena o mala música, es una cuestión de gustos y estilos, pero realmente creo que si existe una diferencia que nos ayudaría a separar la buena y la mala, así como fumar es malo para el corazón, existe música que a nuestra alma le hace mucho daño.
Generalmente la buena música es aquella que, sin importar su contenido, aporta para nuestra vida, nos alimenta. Y la mala es aquella que nos roba, y nos resta.

Verla en vivo
Para mí, sin duda sinónimo de excelente música es Fito Páez, y tuve el placer de verle en vivo con The Killer Burritos y Mariana Vega, debo decir que la entrada, por la cual sufrí mucho, valió la pena por completo.
La entrega de la venezolana Mariana, con amor y una clara profundidad y sentido en sus letras, más todo lo que lleva Fito en su descarga de emociones y sentimientos de una vida completa, hicieron de este concierto una experiencia sin comparación.

¿Por qué verla?
Por muchas razones, a este concierto llegué con un día colapsado, terrible, incierto y gris, y en un puñado de horas oír cantar a unos ajenos que uno siente como propios me voltearon los ánimos…
Es como un poco de vitamina para el alma, no importa si te atraviesa una bala el corazón mientras escuchas esa marcha que te hace siempre ir al frente y dar la cara a lo que sea.
La música bien hecha siempre va a inspirar, nos invita a soñar e imaginar, no nos da todo hecho, nos deja a nosotros volar en nuestro Mundo interior… Construyendo nuevas realidades, nuevas vidas…

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