lunes, 31 de marzo de 2008

Lo importante de decir: ¿Cuento contigo para esto?

Pintura: Matrimonio Arnolfi / Jan Van Eyck (1390- 1441)
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma. P. Neruda
(poema 12 de 20 poemas y una canción desesperada)


En este tránsito entre dos eternidades, que hemos decidido denominar vida, pareciera que no necesitamos de otro para pasarlo, pero realmente es el estado en el que más dependemos del que vemos, del que camina a nuestro lado, del que nos brinda una mano, amistad, amor, comprensión.

¿Por qué contigo?
En estos días leí las meditaciones de un amigo que tiene un muy buen blog personal, en ellas cuestionaba la vida, tanto, que cuestionaba a su nombre… Y me dejo la inquietud de conocer los orígenes de la palabra.
Buscando, me topé con una sorpresa, resulta que Vida viene del Latín Vita, que es una expresión romana que desprende del coloquio Bios originalmente griego, y que define a lo vivo… Pero para los Griegos habían dos formas para definir vida: Bios y Tzoé , esta última para referirse a el cuerpo, a lo físico, de ella desprenden palabras como Zoología… En el primer caso, el concepto griego queda abierto, se define Bios, como lo vivo, la sinergia de lo que vive, y su relación con lo que come y hace…
Pensando en la palabras de mi amigo, y este concepto, me viene a la cabeza la frase, Que sería de mi vida sin ti…
No es una locura, no es excluyente, ni se refiere a una persona en específico, se refiere a todos, a los otros… ¿Qué sería de mi vida sin la señora que hace el pan?...
Les hago esta invitación, piensen que sería de su vida sin la otra persona… No una, es muy fácil limitarlo, piensen que sería de su vida sin TODOS los demás…

¿Por qué sólo contigo?
Es el amor una reacción orgánica y espiritual necesaria para el hombre, sin amor no hay vida, ¡y ahora tiene sentido esa frase para mi!... Amor motoriza, empuja, es el verbo que da origen a la vida, sin el amor como trampolín, no escribiéramos, no pensáramos, no nos encontráramos, ya sea para despecharnos por falta de amor, para odiar a los que aman sin sentido, para hacer un elogio al amor. Para lo que sea, pero en torno al amor, hacemos todo.
Y el amor es un verbo que, para ser universal e incluyente, debe ser personal y específico. Es decir, no se le ve cuando se generaliza, casi nadie lo puede definir, pero cuando se le personaliza, todos o casi todos podemos definir el amor, en un rostro, unas manos, una foto, un recuerdo…
Amor mueve al espíritu para alimentarse, para crecer… Y el amor lleva rostro, de un amigo, de una hermana, de mamá y papá, de otra persona, pero lleva rostro de otro.
Y no es exclusivo, no se siente amor solo una vez por alguien… Se puede amar a muchos en diferentes momentos y con distintas intensidades.
Pero cuando se ama, se requiere de algo, que es definitivamente rotundo, se necesita del amor del otro.
El que ama solo, pierde su energía en vano. Porque el amor mutuo eleva y potencializa.

¿Por qué contar?
Muy bien cada quien puede hacer con su amor lo que le venga en la realísima gana, y amar a quién le plazca, ya sea a sí mismo. Pero sin duda somos sociales, necesitamos de la energía de los demás. Hay tareas y momentos de esta vida que no podemos hacer o enfrentar solos, es mejor estar acompañados, y para eso conectamos sentidos de vida a través del amor motivador.
“Yo puedo con esto si estoy contigo” condicionamos los retos, porque ya hay cosas que es mejor y mucho más productivo enfrentarlas en conjunto que solos.
Y es en este pacto, en el que dos se ponen de mutuo acuerdo para enfrentar sus retos y compartir sus vivencias…

¿Por qué decir puedo contar contigo?
Porque, aunque el reto pueda ser personal o de ambos, siempre en frente va a haber otra persona, que bien tiene sus ideas, sus deseos, sus metas, y que tiene el deseo de ser consultado, de sentirse parte, de involucrarse con mucho amor.
Por eso, antes de elegir ese trabajo mejor, de ir a hacer un post grado, de cambiar de casa, de salir esa noche a tomar con unas amigas o amigos, siempre es bueno consultar al otro, no para ponerle a tanto como si fuera un policía, no, simplemente para que la otra persona sepa que se le cuenta, que forma parte, y que el amor mutuo existe y se encuentra construyendo vida entre los dos.

Especialmente dedico estas palabras para mis amigos que ya han decidido mutuamente tomar las riendas del reto del matrimonio… Adriana y Daniel - José y Yese – Roger y Diana – Maga y León- Agro y la Parienta - Susana y Vicente… Y a todos los demás que tomaron este reto…

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