Por un momento me puse a pensar, perdido y absorto en la figura circular y perfecta de tus ojos negros, ¿cuál era la razón para que este corazón latiera?, y aún sin saberla, comencé a volar poco a poco a través de las nubes de mis recuerdos, para no encontrar nada en común que me diera una respuesta, más que en todo siempre estaba yo buscándote.
Cuando no sabía de ti
Alegre y risueño saltaba con energía, la misma con la que quería comerme el Mundo, y pensaba en todo aquello que hoy evidencio. Si soy un come flor, un come aire, un come tiempo, porque definitivamente nada de eso me intoxica, jamás me comería la ira, ni la intolerancia, y mucho menos la hipocresía o la mentira, muchos gases para mi estómago.
Soñaba con algún día conocer a alguien especial, una persona que me hiciera sonreír y con la que atreverme a tragarme este Universo, pero jamás pensé que te conocería a ti.
Cuando supe de ti
Tarde es una de las palabras que me encantaría borrar de mi diccionario mental, porque la tengo tan bien definida que podría explicarla durante horas a un grupo de furiosos y apresurados intelectuales japoneses. Nunca he aprendido a llegar a tiempo, debí hacerle caso a mi abuela, aprender a no entrar tarde al colegio me hubiera evitado tener que saber que a todos lados llego tarde, siempre tarde, siempre después…
Y es cómo la vida pinta las cosas con su color tan agridulce, uno ve un autobús que le gusta y lo aborda, el problema es cuando el autobús ya ha partido con otros dentro y uno lo ve alejarse diciendo mentalmente “ese debió ser mi autobús” y entonces en la espalda oyes el que viene, y es tan feo, tan gris, tan nulo, que aunque lo abordes no puedes sacar de tu cabeza al autobús que va delante. Lo lamento, pero eso te pasa por no llegar a tiempo.
Algo de bueno tiene que tener el estar acá y ahora, y no ayer y en fotos…
Cuando supimos los dos
Hay cosas en la vida que me gustaría llevarme conmigo, y no encuentro espacio en mi corazón para tantas. Hasta hace nada no había ni para un sobrecito postal, pero ahora sobran los momentos, las risas, los giros, las caras y los mil paisajes de fondo, los llantos, los arrebatos de molestia cargados de amor, esos momentos de apretarse los labios y decir “coño pero, ¿por qué eres así?”, son tantos en tan poco tiempo.
Momentos que son vivencias, y estas que están cargadas de detalles que sólo tu y yo conocemos. No es por nada, pero que hermoso fue sentarnos aquél día a hablar como dos eternos duraznos de una misma mata, ese cuando supimos los dos.
Ahora que sabemos
Ni yo lo sé muy bien, pero te aprendí a querer. Así como dice Fito, para mi que es el amor después del amor este rayo de sol. Así es, después de fuertes tormentas imposibles de superar, luego de no dormir, dudar, temblar y de pensar mil quinientas excusas para no admitir y unas pocas más para no decir. Ahora, para mí, que esto es el amor después del amor.
Sé que cada uno vive esto a su forma, para mi es mi película favorita, pero sin duda que este deseo de tenernos eternamente el uno al otro tiene tanta fuerza que tal vez, sólo tal vez así sea.
Y dicen que hace falta sexo, y que sin tocarse y convivir no se podría llegar a amar a alguien. Que error tan grande es no ver que el amor nace desde la admiración, allí donde se convierte esa persona en alguien tan especial que no existe en el Mundo otra que te haga vibrar igual.
Si esto es Platónico, que arrecho fue Platón, diría yo que este amor es Plutónico, porque pertenece al Universo, pertenece a todo y a la vez a los dos.
Este tributo lo hago a mi forma, en este espacio, ya harás lo propio a tu manera, de eso estoy muy seguro, cuando se está tan alegre de conocer a alguien y de querer que se quede con uno al lado, pero al mismo tiempo se sabe que cada uno vive su vida por separado.
Ahora necesito un poco de realidad, luego de escribir esto, me hace falta ver las noticias y volver a este cruel y rudo Mundo.
Cuando no sabía de ti
Alegre y risueño saltaba con energía, la misma con la que quería comerme el Mundo, y pensaba en todo aquello que hoy evidencio. Si soy un come flor, un come aire, un come tiempo, porque definitivamente nada de eso me intoxica, jamás me comería la ira, ni la intolerancia, y mucho menos la hipocresía o la mentira, muchos gases para mi estómago.
Soñaba con algún día conocer a alguien especial, una persona que me hiciera sonreír y con la que atreverme a tragarme este Universo, pero jamás pensé que te conocería a ti.
Cuando supe de ti
Tarde es una de las palabras que me encantaría borrar de mi diccionario mental, porque la tengo tan bien definida que podría explicarla durante horas a un grupo de furiosos y apresurados intelectuales japoneses. Nunca he aprendido a llegar a tiempo, debí hacerle caso a mi abuela, aprender a no entrar tarde al colegio me hubiera evitado tener que saber que a todos lados llego tarde, siempre tarde, siempre después…
Y es cómo la vida pinta las cosas con su color tan agridulce, uno ve un autobús que le gusta y lo aborda, el problema es cuando el autobús ya ha partido con otros dentro y uno lo ve alejarse diciendo mentalmente “ese debió ser mi autobús” y entonces en la espalda oyes el que viene, y es tan feo, tan gris, tan nulo, que aunque lo abordes no puedes sacar de tu cabeza al autobús que va delante. Lo lamento, pero eso te pasa por no llegar a tiempo.
Algo de bueno tiene que tener el estar acá y ahora, y no ayer y en fotos…
Cuando supimos los dos
Hay cosas en la vida que me gustaría llevarme conmigo, y no encuentro espacio en mi corazón para tantas. Hasta hace nada no había ni para un sobrecito postal, pero ahora sobran los momentos, las risas, los giros, las caras y los mil paisajes de fondo, los llantos, los arrebatos de molestia cargados de amor, esos momentos de apretarse los labios y decir “coño pero, ¿por qué eres así?”, son tantos en tan poco tiempo.
Momentos que son vivencias, y estas que están cargadas de detalles que sólo tu y yo conocemos. No es por nada, pero que hermoso fue sentarnos aquél día a hablar como dos eternos duraznos de una misma mata, ese cuando supimos los dos.
Ahora que sabemos
Ni yo lo sé muy bien, pero te aprendí a querer. Así como dice Fito, para mi que es el amor después del amor este rayo de sol. Así es, después de fuertes tormentas imposibles de superar, luego de no dormir, dudar, temblar y de pensar mil quinientas excusas para no admitir y unas pocas más para no decir. Ahora, para mí, que esto es el amor después del amor.
Sé que cada uno vive esto a su forma, para mi es mi película favorita, pero sin duda que este deseo de tenernos eternamente el uno al otro tiene tanta fuerza que tal vez, sólo tal vez así sea.
Y dicen que hace falta sexo, y que sin tocarse y convivir no se podría llegar a amar a alguien. Que error tan grande es no ver que el amor nace desde la admiración, allí donde se convierte esa persona en alguien tan especial que no existe en el Mundo otra que te haga vibrar igual.
Si esto es Platónico, que arrecho fue Platón, diría yo que este amor es Plutónico, porque pertenece al Universo, pertenece a todo y a la vez a los dos.
Este tributo lo hago a mi forma, en este espacio, ya harás lo propio a tu manera, de eso estoy muy seguro, cuando se está tan alegre de conocer a alguien y de querer que se quede con uno al lado, pero al mismo tiempo se sabe que cada uno vive su vida por separado.
Ahora necesito un poco de realidad, luego de escribir esto, me hace falta ver las noticias y volver a este cruel y rudo Mundo.
2 comentarios:
Wow!..Acabo de leer parte de mi vida..
Es realmente hermoso lo que escribiste :)
¡Gracias Dominique!, me alegra que te sientas retratada, te lo regalo ^^, espero verte seguido por acá.
Estoy conectando poco por el trabajo, pero en estos días conectaré un poco más.
Saludos, un placer compartir historias :D
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