Imagen de Quino
Ese viejo dicho que señala “una manzana podrida es capaz de
dañar todo un saco” no es mentira, y se aplica por completo a nuestras vidas y
espacios sociales.
A veces te puede pasar que sientes una tristeza que no tiene
explicación, y por más que lo piensas, no encuentras en tu vida alguna
circunstancia que pueda explicar el origen de tu malestar.
¿Realmente te has puesto a analizar tu entorno?, si hay
personas a tu alrededor que tiendan a ver las cosas de forma negativa, entonces
no debes buscar más, son ellas la razón de tu tristeza.
Somos seres sociales, por ende, los otros pueden influenciar
nuestros pensamientos sobre las cosas, los momentos y las maneras en que las
percibimos. Pero además pueden transmitirnos, como lo hacen otros mamíferos,
sus emociones y sentimientos.
De allí que decir que la tristeza y la negatividad son
contagiosas como una gripe es totalmente cierto.
Las personas que tienden a asumir posiciones negativas sobre
todo lo que le rodea tienden a contagiar como una pandemia su estado, logrando
que otras personas pierdan sus puestos de trabajo, parejas, y hasta objetos u
oportunidades.
Hay un viejo dicho popular que plantea no contar a nadie las
propuestas que te sean hechas para que se te den, y tiene su justificación en
que las personas son capaces de arruinar tus logros con su negatividad.
Es por ello importante mantener alejadas de las decisiones
de tu vida a las personas negativas y problemáticas. Lo que no quiere decir que
dejes de tratarlas, pero sí que no permitas que sus estados emocionales y
argumentos tengan peso en las decisiones y acciones que asumas en tu propia
vida.
Tu mente es como un campo fértil, si permites que malas
hierbas se planten en él, crecerán ideas negativas, pero si controlas lo que
siembras, tendrás un campo florido hasta durante las tempestades.
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