miércoles, 19 de agosto de 2015

Caridad es amar en acción



La caridad como la conocemos dista mucho de su concepto original, y como valor humano es uno de los que el mundo actual más carece.  Ya entenderemos por qué.

Caridad en las acciones


La caridad no es un acto, en su significado en latín, caritas, se refiere al amar en los hechos, a hacer las cosas por amor.

“Caritas est” se refiere a que amor es; sentencia el acto de amor con la entrega.

Cuando hacemos una obra de caridad no estamos practicando la caridad necesariamente, aunque parezca contradictorio.


Dar no es caridad


Entonces en este punto es cuando llegamos a la discusión típica del metro o transporte público. ¿Darle dinero a un mendigo es un acto de caridad?, ¿Sí o no?

Las opiniones en este sentido siempre son divididas, los que creen que la vida es un acto propio de responsabilidad dirán que dar dinero es enviciar a las personas a pedir, que le ofrezcan trabajo o que vaya a una ONG. Y los que ven la vida como una suerte de destino de las acciones de los demás dirán que es culpa de la sociedad y el Gobierno, que esa persona es mejor que pida antes que robe, que hay que ayudarla porque el destino la tiene así.

Ambas tienen razón pero ninguna de las dos está siendo caritativa.

La caridad es amar, y las opiniones sobre la suerte del otro deben estar sustentadas en el amor, y no en la visión personal.

He visto gente que de verdad practica la caridad, y cuando un mendigo le pide dinero, saca de su bolso un sándwich y se lo da. El mendigo ha pedido monedas, pero desde el amor, el que lo escucha transforma su petición en la mayor necesidad que pueda cubrir esa persona con las monedas, es decir su comida.

Porque así sea que la solución es ofrecerle un trabajo o ayudarlo socialmente, el hecho es que ese mendigo tiene una necesidad real, urgente e inmediata, que las opiniones no van a llenar.

La caridad va encaminada por el amor. Ese sentimiento que hace que sueltes tu desayuno en las manos de un extraño porque te provocó. Tu bien puedes comprarte algo más adelante.

La caridad es compromiso con la humanidad, en silencio y sin juicios. Así como está este ejemplo, hay cientos de caritativos colaboradores en centros de atención y albergues dando, con afecto, lo mejor de sí.

La caridad en el trabajo


Entonces la caridad se eleva en condición, ya no es un acto sólo para el que no tiene. Es más una buena práctica social. Debemos ser caritativos en todos los espacios de nuestra vida. Con nuestros hijos cuando se equivocan, con nuestras esposas y esposos. En la oficina con el que necesita una mano. La caridad es entonces, como decía la Madre Teresa, una forma de vida.


¿Con qué puedes ser caritativo hoy? 

No hay comentarios: